Select Page

EXPLICACIÓN DE LA GRÁFICA DEL CORAZÓN

La grafica del Corazón es una herramienta sencilla que se utiliza para ayudarle a la gente a descubrir lo que está sucediendo bajo la superficie de lo que muestra su vida exterior, que es lo que está pasando en su corazón que provoca  que se queden estancados en su camino de fe. Esta gráfica puede dibujarse haciendo dos líneas paralelas en un pedazo de papel, una servilleta, una pizarra, etc. y puede abrirle un mundo de entendimiento a cualquier persona. En resumen, la gráfica del corazón sigue este patrón:

Introducción: Es importante que entiendas que sólo Dios puede sanarte. Esta gráfica no te puede arreglar. Pero puede darte una dirección sabia, mostrarte por qué estás estancado en tu camino de fe y guiarte hacia el camino del bienestar, pero no puede darte el poder de ser sanado, ni librarte de tus adicciones.

Síntomas: Los problemas en tu vida te causan placer o dolor y posiblemente hacen que la gente se aparten de ti. Los síntomas del placer son los ídolos de tu vida que la gente puede admirar en ti, pero en realidad ocupan el lugar de Dios en tus deseos. Tu no buscaras ayuda para estos síntomas hasta que estos ídolos comiencen a causarte dolor. Los síntomas del dolor (que también son ídolos debido al enfoque equivocado) son aquellos que ya te están lastimando y te están llevando a buscar ayuda de alguien más maduro en la fe que tú. (Ejemplos: conflictos maritales, niños rebeldes, pérdidas financieras, rupturas de relaciones, crisis emocional, etc.). Todos los síntomas pueden ser identificados por actitudes o problemas de carácter que no coinciden con lo que se ve en la vida de Jesús.

Primera pregunta: ¿De dónde vienen estos síntomas? Todos los síntomas aparecen como resultado de algo insalubre dentro de tu corazón, de acuerdo a Jesús (Mateo 15: 18-20). El “corazón” en la Biblia es el lugar donde se toman las decisiones de la vida: “¿Qué voy a hacer?” Así que cualquier decisión consciente o inconsciente que tu corazón hace, aparece en tu vida de manera que otros pueden verla o escucharla y tu las puedes sentir a medida que se vuelven dolorosas, a menos que desarrolles lo que la Biblia llama un “corazón duro”.

Dolor del corazón: Dado que vives en un mundo lleno de personas que han sido afectadas por la caída, tu  sientes que te hieren mientras ellos ejercen su derecho de tomar las decisiones que son las mejores para ellos. Estas decisiones a menudo no tienen la intención de herirte, y vienen de personas a las que eres vulnerable-familia, amigos, maestros, etc. Desafortunadamente, estas heridas no desaparecen. Te lastimaron y esa herida permaneció abierta por años. Y mientras vivas, tienes la oportunidad de ser herido cada vez más. El dolor de estas heridas daña tus emociones de tal modo que cuando el corazón busca tomar una decisión voluntaria para equilibrar el pensamiento racional y las emociones, estas emociones son muy fuertes en el proceso de tomar esas decisiones. La decisión resultante es una acción o actitud irracional, que a menudo tu mismo no lo puedes ver. Además, cuando te lastiman, empiezas a buscar maneras para detener el daño porque no fuistes creado para vivir con dolor.

El peligro para ti en este momento es que sientas que eres la víctima y te lo creas. Todo el mundo es víctima de las elecciones perjudiciales que hacen otras personas. No tienes que responsabilizarte de sus elecciones como si te merecieras lo que te pasó. Pero lo que sí es importante es que eres dueño de las decisiones que has tomado para aliviar las heridas que recibistes de ellos. Este es el paso más importante que puedes tomar para estar bien.

El pecado en mí: Pablo nos dice que el pecado en nosotros explica por qué hacemos lo que no queremos hacer y no hacemos lo que sabemos que debemos hacer. Cuando vas buscando consuelo por tus heridas, el pecado ofrece una liberación temporal del dolor. El pecado en mí disponible para elegir es uno o más de los siete pecados capitales-ira, lujuria, codicia, envidia, apetito, pereza, orgullo- y son mortales porque cuando los eliges, comienzan a robarte la vida. Sin embargo, es lo que precisamente haz hecho. Tal vez haz elegido varios de ellos para consolar la misma herida o múltiples heridas que has recibido a lo largo de los años. El resultado es que cuando el pecado en mí se une al dolor del corazón, produce esos síntomas que han aparecido.

Adicción: Cuando los síntomas no son desafiados al principio tan pronto aparecen o se utilizan para consuelo en tiempos de estrés, pasan a ser una adicción, porque todo el pecado es adictivo. Entonces no se puede detener ese comportamiento porque ahora a tomado el control de tu voluntad. El resultado es que comienzas a herirte. Y porque tienes una herida nueva, escoges el pecado en mí para consolarte. Si este patrón continúa, te encontrarás en un círculo vicioso – herido, reconfortándote, alimentando las adiciones.

Espiral de la Muerte: Puede llegar un momento en que la adicción te ha quitado todo lo que valoras y experimentaras un desmoronamiento personal y devastador en público. Pierdes relaciones, bienes, trabajo, matrimonio, hijos, lo que sea. La gente incluso pondrá en duda si en realidad conoces a Jesús.

Segunda Pregunta: ¿Quieres estar bien? Ésta es la pregunta que Jesús le hizo al hombre que había estado durante treinta y ocho años estancado en el estanque de Betesda en Juan cap. 5. Antes de que tu vida llegue a un espiral de muerte, ¿Quisieras tener ese bienestar que has visto prometido a través del Evangelio, la promesa de que serías como Jesús? A veces la gente no quiere reconocer las decisiones de su pecado en mí y culpan a otros por sus adicciones. Nunca avanzarán hasta que no se sobrepongan a esto. A veces las personas no están dispuestas a decir “sí” a esta pregunta y continúan tratando de encontrar otras maneras de recuperarse por sí mismas. Ellos buscan libros, seminarios, aconsejamiento, actividades de tipo religioso!. O se convencerán de que ahora ya si saben, y entonces suponen que pueden arreglar sus adicciones con la ayuda de Jesús. Ninguna de estas tácticas funcionará. La verdad es muy diferente y tienes que responder a esa pregunta para continuar.

Jesús: Necesitas dos cosas de Jesús que no puedes conseguir en ningún otro lugar. Lo necesitas como el Gran Médico para sanar tu dolor del corazón. Al mismo tiempo lo necesitas como tu Rey para librarte del pecado de tus adicciones. Es ambos, no uno o el otro. El más difícil de los dos será dejar que Jesús que te sane, pues la gente es muy protectora de su dolor, y su temor es tener que experimentarlo nuevamente solos. Para recibir la sanidad de Jesús, tienes que mirarlo a El, no a la adicción. A medida que se pasan a tener intimidad con Él, Él los cura y libera para que sus síntomas desaparezcan por sí mismos.

La Intimidad a través de las Disciplinas Hechas: Una Disciplina Hecha es aquella que te permite tener mejor acceso a lo que Dios ha hecho por ti a través de la muerte y resurrección de Jesús. Hay tres:

1) Descanso: Encuéntrate con Jesús sin una agenda para que pueda conocerlo mejor

2) Apropiación: Reconoce y pone en uso lo que ya haz recibido como resultado de la salvación: la esperanza, las riquezas y el poder mencionados en Efesios 1: 18-19

3) Meditación: Contempla el amor que Cristo tiene por ti, esto profundizara tu sentido de seguridad y confianza en él. Haciendo esto, tus deseos serán cambiados y te darás cuenta de que ahora quieres obedecer, y después te darás cuenta de que puedes. Esta es la salvación del poder del pecado.

Meta: El objetivo de la Grafica es ayudar a las personas a pasar de ser adictos a la libertad y el bienestar a través de la intimidad con Jesús. La herramienta se utiliza para abrir la mente de la persona que está buscando ayuda, para darle una nueva perspectiva y esperanza. Los próximos pasos de este proceso serán acerca de enseñarle a la persona a descubrir las heridas del corazón y la elección el pecado en mí, y luego aprender la Disciplina Hecha de estar con Jesús y crecer en una relación real con él para que la persona confíe en Su amor y Su trabajo en su vida.